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La Plaza de la Virgen de los Reyes

La Plaza de la Virgen de los Reyes en Sevilla es uno de los espacios más singulares de la ciudad.

La Virgen de los Reyes

La Virgen de los Reyes es la Patrona General o Principal de Sevilla (proclamada como tal por Pío XII en 1946) y de la Archidiócesis. La patrona del Ayuntamiento es la Virgen de la Hiniesta.

Se venera en el interior de la Catedral, en la Capilla Real.

Fue la primera Virgen de Andalucía en ser coronada canónicamente en 1904.

Cada año el 15 de Agosto (día de la Asunción), se saca en procesión. Muchos sevillanos hacen un paréntesis en sus vacaciones para ver a su patrona en su recorrido procesional.

La imagen, tallada en el siglo XIII, es de estilo gótico y por tanto muy esquemática en sus rasgos. Está realizada en madera de alerce y tiene una altura de 1,76 metros. En sus rodillas sostiene una imagen del Niño (también del XIII pero algo posterior).

El origen de la imagen

Fue realizada probablemente en Francia (teoría más extendida ya que calza la Virgen unos zapatos originales del siglo XIII que están decorados con sendas flores de lis) o quizás en Alemania. En ambos países se popularizó un tipo de imágenes que tenían sus miembros articulados (solo tiene esculpidos cabeza, manos y pies) y era posible el giro de su cabeza gracias a un mecanismo de ruedas dentadas y correas, de forma que sólo están modeladas cabeza, mano y pies. Eran llamadas estas figuras “marionettes” o “pequeñas Marías” y eran utilizadas en ciertas representaciones religiosas. Nuestra Virgen de los Reyes responde a estas características. Habría sido donada a Fernando III y es más que probable que participara en los actos celebrados en la toma de la ciudad

Sabemos por las Cantigas de Alfonso X que Fernando III tenía una gran devoción a la Virgen María. La leyenda recoge que, habiendo puesto el Rey Santo cerco a Sevilla, manifestó su deseo de poseer una imagen de la Virgen. Para ello convocó a famosos escultores, sin que le satisficiera ninguna de las obras realizadas. Cierto día aparecieron en el campamento tres jóvenes ofreciéndose a llevar acabo el encargo. Con curiosidad, se les permitió retirarse a una torre cercana donde sin ser molestados realizarían su obra. El rey, tras algún tiempo, inquieto y expectante, mandó a interesarse por el trabajo, y los que a la torre fueron se encontraron a una bellísima imagen; la actual Virgen de los Reyes, pero los mancebos habían desaparecido sin que nadie supiera dar noticias de ellos, llegándose a la conclusión de que eran en realidad ángeles enviados por el Cielo.

El Corral de los Olmos

Ocupando gran parte de la acutal Plaza de la Virgen de los Reyes , desde la Reconquista de la ciudad y el Repartimiento, se encontraba el llamado Corral de los Olmos. Estaba éste configurado por un conjunto de construcciones más o menos adosadas a un lienzo de la muralla musulmana que comunicaba el Alcázar y la Mezquita Aljama.

Entre esos edificios sobresalía en altura y dignidad una torre de planta cuadrada de estilo mudéjar que era usada como centro de los Cabildos Eclesiástico y Secular de la ciudad.

En el siglo XVI varias circunstancias hicieron que el Corral de los Olmos empezase a ser cuestionado como sede de los dos Cabildos. Aunque su localización era privilegiada, los delincuentes que merodeaban por los mesones cercanos degradaron la zona.

Desde que en 1503 se funda en Sevilla la Casa de Contratación, la ciudad se convirtió en un importantísimo centro comercial que difícilmente se podía ver representada en un edificio de tan modesta factura. Además, la burocratización propia del Estado Moderno implicaba un aumento importante de los integrantes del Cabildo y del personal de servicio, lo que hizo que el edificio se fuese quedando insuficiente en tamaño.

Todos los inconvenientes del Corral de los Olmos se pusieron en evidencia a raíz del matrimonio en la ciudad en 1526 de Carlos V e Isabel de Portugal. En aquella ocasión el Concejo y el Cabildo recibieron al numeroso cortejo imperial en la Puerta del Perdón y no en su sede, como hubiese sido preceptivo, tales eran las carencias de la misma.

Al poco tiempo de la boda real, el Concejo (Cabildo Secular) se decidió a levantar un edificio de nueva planta que le sirviese de sede digna y representativa: el extraordinario Ayuntamiento actual (comenzado en 1527, no fue ocupado por el Concejo hasta bien entrada la segunda parte de la centuria).

El Cabildo Eclesiástico continuó durante más tiempo en el viejo edificio, hasta que sus magníficas estancias dentro de la catedral fueron completadas a finales del siglo XVI.

El antiguo edificio fue demolido a finales del siglo XVIII.

La fuente

En el centro de la plaza de la Virgen de los Reyes hay una bellísima fuente candelabro de cinco brazos y farolas de forja es de José Lafita Díaz. Se podría considerar de estilo regionalista. Se inauguró en 1930.

El Palacio Arzobispal

Uno de los costados de la plaza lo ocupa el Palacio Arzobispal, que se  levantó sobre el solar que en 1251 donó Fernando III al obispo don Remondo para que éste construyera las llamadas Casas Arzobispales, de las cuales no queda actualmente resto alguno.

Los restos más antiguos del palacio actual se remontan ya al siglo XVI. A lo largo de este siglo y del XVII se llevó a cabo en el edificio un amplio proceso de mejoras y ampliaciones que culminaría con la transformación de las antiguas Casas Arzobispales en un auténtico palacio.

Importantes fueron las obras realizadas a principios del siglo XVII por Vermondo Resta (sobre todo los dos patios y sus galerías perimetrales).

Extraordinario es el salón principal (1604), que tiene el techo más ricamente pintado de todos los palacios sevillanos y una extraordinaria colección de más de 70 pinturas (Murillo, Zurbrán, Espinal).

Entre 1703 y 1705, Lorenzo Fernández de Iglesias labró la portada principal, sencillamente uno de los más atractivos logros de la Sevilla barroca.

Desde 2009 es Arzobispo de Sevilla Juan José Asenjo, quien sustituyó a Carlos Amigo Vallejo.

Parte de las dependencias más antiguas del Palacio, especialmente las correspondientes a los jardines, forman hoy parte del hotel Los Seises.

En 1756 se derriban los arcos que unían a la Giralda con el Palacio Arzobispal.

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El Convento de la Encarnación

Frente al Palacio Arzobispal está el Convento de la Encarnación. Justo delante de este convento está el Monumento a Juan Pablo II, una escultura de bronce realizada por el catedrático de Bellas Artes de Sevilla Juan Manuel Miñarro.

El Papa estuvo en Sevilla en dos ocasiones: En 1982, con ocasión de la beatificación de sor Angela de la Cruz, y en 1993, para clausurar el XLV Congreso Eucarístico Internacional

Tanto la iglesia del Convento de la Encarnación como su núcleo principal formaron parte del Hospital de Santa Marta, que había sido fundado en 1385 por el arcediano de Ecija Ferrán Martínez.

Posiblemente, parte del actual edificio pudo haber sido mezquita en época islámica (existen restos en su estructura que podrían probarlo, por ejemplo los arcos polilobulados de las ventanas de la mencionada capilla). Interesante es también la torre que pudo haber formado parte del sistema defensivo almohade.

La espadaña puede considerarse una de las más bellas y armónicas de Andalucía.

El traslado a este edificio de las monjas agustinas del Convento de la Encarnación fue ocasionado por el derribo de su primitivo convento, en 1811, durante la ocupación francesa, para la creación de un mercado y una plaza.

Es conocido que para ayudarse con los gastos de mantenimiento, el convento fabrica Sagradas Formas que son adquiridas por las iglesias de Sevilla. Los recortes de estas hostias pueden ser así mismo comprados a través del torno.

En su capilla mudéjar se venera a Santa Marta, patrona de la Hostelería.

Por supuesto la Giralda y la Catedral se encuentran también situadas en esta Plaza de la Virgen de Los Reyes.

Desde Showmesevilla estaríamos encantadas de acompañarte a descubrir esta bella plaza. No dudes en ponerte en contacto con nosotras para una visita personalizada.

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