Probablemente ya en época romana Sevilla contaba con un recinto amurallado, que seguramente Julio Cesar mandaría ampliar durante su estancia en el 47 antes de Cristo.
En la Puerta de Jerez hay una lápida en la que podemos leer la siguiente leyenda “Hércules me edificó, Julio Cesar me cercó de muros y torres altas y el Rey Santo me ganó con Garci Pérez de Vargas”
Los restos de muralla que podemos ver hoy en día son de época islámica y se construyeron entre los siglos XII y XIII. Una obra colosal, con una anchura de dos metros y medio y un recorrido de 7 kms y medio de largo. El casco histórico de Sevilla, uno de los más grandes de Europa queda configurado por esta muralla almohade. La superficie en el interior del recinto amurallado es de unas 300 hectáreas.
El material de construcción es el tapial, formado por una amalgama de piedras, trozos de ladrillo o cerámica, arena y cal.
La función de las Murallas
La finalidad de las murallas de Sevilla era originalmente defensivas. Con el paso del tiempo y ya en los siglos XVI y XVII esa función defensiva pasa a un segundo plano, pero tienen aún una utilidad clara. Una función civil, al servir de vigilancia y control de quienes entran y salen ya que se cerraban por la noche dejando fuera a pícaros, prostitutas y rufianes que normalmente viven en los arrabales.
Una función fiscal ya que había puertas concretas por las que obligatoriamente tenían que entrar ciertas mercancías en la ciudad que estaban sujetas al pago de impuestos, por ejemplo el Postigo del Aceite, que afortunadamente todavía hoy podemos ver al final de la Calle Dos de Mayo
Las murallas de Sevilla funcionaban también como un cordón sanitario frente a las epidemias y como muro de defensa frente a las muchas inundaciones que con regularidad sufría la ciudad hasta que bien entrado el Siglo XX se termina el proyecto de la darsena del Guadalquivir.
En el año 1868 se toma la decisión de derribar las murallas de Sevilla, que en ese momento se pensaba que suponían un freno al crecimiento “moderno” de nuestra ciudad. Esta decisión cambiará par siempre la fisonomía de Sevilla. Afortunadamente, el tramo de murallas más importante que salvó del derribo es un lienzo de muralla entre la Puerta de Córdoba y la Puerta de la Macarena, probablemente porque en aquella época esta zona no presentaba un gran interés urbanístico. Hoy en día una auténtica joya .El Ayuntamiento ya ha aprobado un proyecto de restauración que comenzará en 2021.
Las Puertas
No se sabe a ciencia cierta cuántas puertas y postigos llegaron a tener las murallas de Sevilla, pero pudieron ser unas 20.
Las puertas originales islámicas eran sencillos salientes en el muro, con una entrada en codo. En el Siglo XVI, una vez que la muralla ha perdido su finalidad defensiva se sustituyen por amplias puertas y postigos con un carácter monumental.
Hasta nuestros días sólo han llegado cuatro:
El Postigo del Aceite
El Arco de la Macarena
La Puerta de la Victoria o Arquillo de la Plata
La Puerta de Córdoba
Hay también referencias a puertas secretas por las que se podía huir de la ciudad facilmente, cosa lógica si pensamos que la muralla era básicamente defensiva.
Es curioso también la pervivencia de otras “puertas” que a pesar de haber desaparecido hace más de un siglo, siguen muy presentes en el callejero de la ciudad.
La Puerta de Jerez, hoy en día uno de los espacios más transitados de la ciudad, con su hermosa fuente en el centro, el Hotel Alfnoso XIII, la antigua capilla de la universidad y el comienzo de la avenida.
La Puerta de la Carne, llamada así a raíz de la construcción del mercado de la Carne, extramuros de la ciudad y frente a la puerta. El Ayuntamiento tenía el monopolio de este mercado que abastecía de carne a la ciudad.
La Puerta de Carmona, era la puerta este de la ciudad y una de las principales. Permanecía abierta toda la noche. Junto a la Puerta de Carmona se encontraban los “Caños de Carmona” que abastecían a la ciudad de agua potable.
La Puerta Osario, su nombre se debía a la legendaria existencia de un cementerio islámico en esta zona de la ciudad, fuera de las murallas.
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